La fuerte recuperación económica, que algunos situación cerca del 9%, hace que aumente la demanda de materias primas y, por ende, los precios. Según la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de infraestructuras (Seopan), los precios de las materias primas se han disparado tras los mínimos alcanzados en 2020. De tal forma que el acero corrugado ha aumentado un 78%, el cobre un 102%, el aluminio un 56% y el petróleo un 106%. No se aprecian aún ascensos significativos en los costes de la mano de obra, que ha sido tradicionalmente el principal motivo del incrementos de los costes de la construcción.
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Este aumento de los precios tiene dos consecuencias inmediatas. Por un lado, las promotoras ganarán menores márgenes con los pisos que ya se hayan vendido, y, por otro lado, los que se pongan a la venta a partir de ahora serán más baratos. El problema está en que si se continúa con esta tendencia se trasladará a los precios finales que pagan los clientes.
CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA INFLACIÓN
Esta inflación de los precios está originada por el aumento de la demanda entusiasmada por la recuperación económica, la lenta mejora de la capacidad productiva mundial y el encarecimiento de los costes del transporte marítimo. Además, el aumento de los precios de los fletes internacionales preocupa seriamente, porque el valor de los contenedores de acero, por ejemplo, se encuentra en máximos históricos. Aunque, según varios expertos creen que será una situación transitoria, puesto que muchas personas han decidido reformas sus hogares, lo que ha originado una burbuja a nivel local.
Esta subida de los precios ha originado un shock para la construcción, puesto que las promotoras hacen sus presupuestos en base a precios estáticos. Por tanto, muchos de los que se han realizado hasta el momento se hicieron con precios de materiales que aún no se habían comprado y que, finalmente han subido. La constructora tendría que asumir esos sobrecostes o volver a presupuestar, lo que originaría un problema frente al cliente.
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ALTERNATIVAS
En esta situación, desde la Consultora Cushman and Wakefield (C&W) se aconseja que las constructoras repasen sus proyectos e intenten modificar el uso de sus materiales de forma que se puedan reducir los costes. También, se aconseja el uso de materiales más económicas que pueden emplearse para la misma función, por ejemplo, la eliminación del cobre y usar otro tipo de materiales.
En este sentido, las empresas de construcción para superar esta situación están adelantando el dinero en la compra de los materiales a los proveedores, con la finalidad de que su liquidez en el corto plazo no se vea tan mermada.
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